21 julio, 2009

Como decíamos ayer.....

... pues eso, despues de tantos meses de lectura aquí estamos de vuelta.

Prometo dar rienda suelta a mis comentarios sobre libros y todo aquello que me vanga a la cabeza. La verdad es que no sé cómo encauzar este blog puñetero, pere creo que los libros tendrán ventaja sobre otras disquisiciones. Es un vicio bendito, ese de la lectura; tan bendito como el vicio de las prácticas sexuales. Éste último bendecido por los dioses, que no por Dios, no confundamos. Hasta en los cielos hay castas; no en balde los dioses guerrearon junto a los mortales para salvaguardar sus privilegios. Casi siempre ganaba el cabronazo de Zeus.
Entre mis mitológicos favoritos está ese pobre diablo de dios menor, siempre empalmado y por toda la eternidad, que ya es tiempo, ya. Priapo , así se llama ese dios que combatía el mal de ojo, garantizaba la cosecha y hasta servía de espantapájaros. Valía lo mismo para un roto que para un descosido, y siempre con la verga en alto. Qué tortura. El pobre era feo y con unos genitales desproporcionados. Más que huevos tenía huevazos. Si leeemos sobre su historia nos daremos cuenta de que pagó sin tener culpa.
Otro que me fascina es el porculizante de Cupido; un angelito la mar de hijo de puta que se permite el lujo de emparejar a lo más dispar. Imaginemos a cualquiera de nuestros enemigos, o enemigas, bajo el influjo de un flechazo y enamorado/a como un gilipollas de un caballo, o de una gallina, o de Aznar, o del sastre de Camps...... por imaginar que no quede.
En fin, seguiremos repasando el Olimpo y sus habitantes.